El proceso comienza con el diseño e ingeniería, donde se establecen las especificaciones del proyecto. Se seleccionan los materiales apropiados, como acero inoxidable para entornos sanitarios y acero al carbono para aplicaciones estructurales. La fabricación se lleva a cabo con técnicas de corte y soldadura precisas, siguiendo altos estándares de calidad y seguridad. Se presta especial atención al acabado superficial, especialmente para el acero inoxidable, utilizando técnicas como el pulido. Luego, se procede al montaje e instalación en el sitio designado, siguiendo un plan detallado para garantizar estabilidad y seguridad. Finalmente, se realizan pruebas de calidad y rendimiento antes de la puesta en servicio, y se obtienen certificaciones si es necesario cumplir con normativas específicas.